Reseña de La realidad difusa de Alberte Momán Noval
La realidad difusa (2025), escrita por Alberte Momán Noval, es una novela que explora los límites entre la realidad y la percepción, tejiendo una narrativa compleja que combina elementos de ciencia ficción, crítica social y drama psicológico. A través de una prosa cargada de simbolismo y una estructura fragmentaria, la obra sumerge al lector en un mundo donde la realidad no es un concepto fijo, sino un constructo maleable que responde a las necesidades de quienes tienen el poder de moldearla. La novela, publicada en 2025, aborda temas como la manipulación social, la alienación individual y el peso de las decisiones éticas en un contexto donde la verdad es un bien negociable. Esta reseña analiza los principales elementos de la obra, incluyendo su trama, personajes, estilo narrativo y relevancia temática, destacando su capacidad para provocar reflexión en el lector.
Trama y estructura
La novela se centra en la figura de un narrador anónimo, un creador de realidades que trabaja para clientes poderosos, como partidos políticos y empresas, diseñando entornos ficticios que influyen en las percepciones y comportamientos de las masas. Este oficio, que el narrador describe con un cinismo calculado, implica generar "circunstancias objetivas" que alineen la subjetividad de los individuos con los intereses de sus clientes. La trama se desarrolla en un futuro distópico donde la manipulación de la realidad es una práctica común, aunque regulada por leyes que, según el narrador, son ignoradas por los propios legisladores.
La narrativa sigue un arco no lineal, alternando entre reflexiones filosóficas del narrador, episodios de su vida personal y momentos de interacción con personajes secundarios como Tersites, Etra y Pentesilea. Tersites, un policía suspendido de su cargo, se convierte en un personaje central en la segunda mitad de la novela, representando la lucha interna entre la moralidad y la supervivencia en un sistema corrupto. La estructura fragmentada, con saltos temporales y cambios de perspectiva, refleja la "difusa" naturaleza de la realidad que la novela busca explorar. Aunque esta fragmentación puede resultar desorientadora, refuerza la idea de que la verdad es un mosaico de percepciones subjetivas.
Un momento clave de la trama ocurre cuando el narrador, enfrentado a un conflicto ético, comienza a cuestionar su papel en la creación de realidades que justifican guerras o promueven el consumismo. Este conflicto se intensifica cuando Tersites, tras un encuentro traumático con una realidad inducida (el deseo irrefrenable de consumir un bolillo relleno de chocolate), se enfrenta a las consecuencias de su propia implicación en un sistema manipulador. La novela culmina con la intervención de un misterioso gato parlante, un símbolo de la ambigüedad moral que ofrece a Tersites la posibilidad de "resucitar" a Etra y Pentesilea, dos figuras importantes en su vida, mediante la creación de una realidad artificial. Sin embargo, esta solución plantea nuevas preguntas sobre la autenticidad de las emociones y la ética de manipular la percepción.
Personajes
Los personajes de La realidad difusa son complejos y multifacéticos, funcionando tanto como individuos con sus propias historias como alegorías de conceptos más amplios. El narrador, cuya identidad permanece oculta, es un antihéroe cínico que justifica su trabajo con un pragmatismo que oculta un profundo conflicto interno. Su voz, cargada de ironía, ofrece una crítica mordaz a la sociedad, pero también revela su propia alienación y desconexión emocional.
Tersites, por otro lado, es un personaje trágico que encarna la precariedad y la lucha por encontrar sentido en un mundo donde las estructuras de poder están diseñadas para perpetuar la desigualdad. Su suspensión laboral y su relación con Etra, una mujer mayor que actúa como figura materna, destacan su vulnerabilidad y su incapacidad para escapar de las realidades impuestas. Etra, con su pasado de servidumbre y su pérdida personal, aporta una dimensión humana a la novela, mostrando cómo las personas comunes son afectadas por las manipulaciones de los poderosos.
El gato parlante, un elemento surrealista, funciona como un catalizador narrativo y un símbolo de la ambigüedad moral. Su capacidad para ofrecer soluciones a los problemas de Tersites, como la resurrección de Etra y Pentesilea, plantea preguntas sobre los límites de la realidad y la autenticidad de las conexiones humanas. Aunque su presencia puede parecer desconcertante, añade un toque de humor y absurdo que contrasta con la seriedad de los temas tratados.
Estilo narrativo
El estilo de Momán Noval es denso y evocador, con una prosa que combina reflexiones filosóficas con imágenes vívidas y un tono introspectivo. La novela está escrita en un español que, en algunos pasajes, presenta errores ortográficos y gramaticales (como "imagaciónion" o "circunstances"), lo que podría interpretarse como un recurso estilístico para reflejar la distorsión de la realidad o como un descuido editorial. A pesar de estas inconsistencias, la narrativa mantiene una coherencia temática que invita al lector a cuestionar la veracidad de lo que se presenta.
La novela utiliza un lenguaje cargado de simbolismo, especialmente en las descripciones de las realidades manipuladas. Por ejemplo, la imagen del bolillo relleno de chocolate que obsesiona a Tersites no es solo un detalle anecdótico, sino una metáfora de cómo los deseos artificiales pueden dominar la psique humana. Asimismo, el uso recurrente de términos como "realidad", "subjetividad" y "inconsciente" refuerza la exploración de la percepción como un campo de batalla ético y político.
La estructura fragmentada, aunque efectiva para transmitir la idea de una realidad difusa, puede dificultar la inmersión en la narrativa. Los cambios abruptos entre escenas y perspectivas requieren que el lector reconstruya activamente la historia, lo que puede ser tanto un punto fuerte como una barrera para algunos lectores. Sin embargo, esta técnica refuerza el mensaje central de la novela: la realidad es un constructo que depende de quién tiene el poder de narrarla.
Temas y relevancia
La realidad difusa aborda temas profundamente relevantes en el contexto actual, como la manipulación mediática, el consumismo y la erosión de la verdad en la era de la información. La novela plantea preguntas incómodas sobre el papel de las instituciones y las corporaciones en la construcción de narrativas que moldean la percepción pública. En un mundo donde las redes sociales y los algoritmos determinan gran parte de lo que consideramos "real", la obra de Momán Noval es una advertencia sobre los peligros de ceder el control de nuestra realidad a terceros.
El tema de la alienación es igualmente central. Tanto el narrador como Tersites son personajes atrapados en sistemas que los deshumanizan, ya sea a través de la manipulación de realidades o de la precariedad laboral. La relación entre Tersites y Etra, así como la aparición de Pentesilea, subraya la importancia de las conexiones humanas auténticas en un mundo donde lo real es constantemente cuestionado.
La novela también explora la ética de la creación. El narrador, al construir realidades para sus clientes, actúa como una especie de demiurgo que moldea el mundo según los intereses de los poderosos. Sin embargo, su encuentro con Tersites y el gato parlante lo obliga a enfrentarse a las consecuencias de sus acciones, planteando preguntas sobre la responsabilidad moral de quienes tienen el poder de alterar la percepción.
Conclusión
La realidad difusa es una obra ambiciosa que combina una narrativa compleja con una crítica incisiva a la sociedad contemporánea. A través de su exploración de la percepción, la manipulación y la alienación, Alberte Momán Noval invita al lector a reflexionar sobre la naturaleza de la realidad y el poder de quienes la controlan. Aunque la estructura fragmentada y los errores lingüísticos pueden suponer un desafío, la novela compensa estas dificultades con una prosa rica y unos personajes que resuenan emocionalmente.
La relevancia de la obra radica en su capacidad para conectar con las preocupaciones actuales sobre la verdad y la manipulación en un mundo hiperconectado. La figura del gato parlante, aunque excéntrica, añade un toque de originalidad que distingue a la novela dentro del género de la ciencia ficción filosófica. En última instancia, La realidad difusa es una invitación a cuestionar lo que damos por sentado y a buscar autenticidad en un mundo donde la realidad es, cada vez más, un constructo negociable.

Comments
Post a Comment